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DÁMASO MURÚA
Según el pasaje de la Biblia, se llamaba Sunamita la jovencita esposa del Rey David. No ha de haber tenido ni doce años y ya cumplía obligaciones colchoneras de mujer hecha y derecha. El Rey, contaban que salía rejuvenecido de la recámara en que luchaba contra Inés Arredondo, la celebérrima escritora culichi, escribió un cuento con dicho nombre. Hasta lo hicie- ron película en un tiempo de cine experimental mexi- cano. En cambio, yo me encontré el nombre de Sunamita, en una grandota mesera de un Sanborn’s capitalino, quien estaba muy orgullosa del significado Estos son otros tiempos revolucionarios. No hace ni dos años que Michael Douglas, actor tan libidinoso como Kirk su padre, se casó con Catherin Zeta Jones, que tendrá treinta años y él más de cincuenta y cinco.
Pero la mata siguaraya (una mata que da poder, según reza un canto cubano) sigue ofreciendo nuevas oportu- nidades a los vejetes, a los de la tercera edad, a los que nos dan descuento en los cines y nos rebajan pasajes en mientos rotatorios, pero Miller lució un currículum muy respetable: cuando tenía 49 años, se casó con la rubia Que es un nuevo asunto descubierto por la ciencia.
Marilyn Monroe, cuando ésta cumplió 34 añotes. La Y claro que también el enriquecimiento desmedido rubia se murió a los 36, y Arthur le guardó mucho res- de los laboratorios, pues una sola pastilla cuesta peto. Nunca había dicho cosas íntimas sobre la rubia casi doscientos pesotes (Lo que nunca contaron las que mundialmente soñaban los hombres, rompió con su sexoservidoras en los años 40 y 50). La viagra se anun- silencio, en el puerto de San Francisco.
cia detrás del homeplate de los estadios yankees: en New La obra de Arthur Miller se titula Finishing the pic- York, Chicago, Los Ángeles, Baltimore, Texas, Oakland y ture , y fue estrenada en Chicago, en el Goodman San Francisco. Como diciendo: “tome caramelos viagra, Theatre. Ahora sí, revela confidencias y cualidades y sea potente, dé jonrronazos largos y fuertes…” naturales de la rubia de botica que siempre fue Marilyn; Últimamente, hasta en los coches de la Fórmula-1, porque se le retrató su vello púbico negro, en una confe- los anuncios de esta damiana, se divulgan sin pudor.
rencia de prensa a la que asistió sin llevar ropa interior.
Como tuvieron su tiempo, también, los algodones para Ella, siempre dijo que dormía perfumada con Chanel los días menstruales de la mujeres.
Con estos pastillajes modernos, el Rey David hubie- Se escribió sobre Marilyn Monroe, en razón de esta ra quedado en puro cuento. Y si hoy cualquiera pasa frente a Los Monos Bichis de Mazatlán, leerá en una “A Marilyn la convirtieron en fetiche desprovisto de publicidad, de la existencia de la “viagra sinaloense”, toda humanidad. Ella se sentía completamente atrapa- que consiste en un menjurje múltiple de ostiones, alme- da, porque se le limitaron los espacios y le dejaron solo jas, camarones, ceviche de dorado, caldo caliente de la posibilidad de siempre hacer el “papel”, poner la son- aleta de caguama, cucarachas nadadoras, y quien sabe risita, la vocecita de putita, con cara de tontita, abriendo cuántos animales más de las aguas dulces y saladas.
la boquita y pestañeando como que no entendía nada; Los laboratorios que fabrican excitantes pastillitas, cuando en realidad era súper inteligente, ávida lectora por las dudas, permanecen vigilando los efectos que sur- de James Joyce. Es un personaje trágico y Hollywood le ten estos alimentos entre los hombres gastados, esos colocó en uno de los espacios más crueles para una que citan a las muchachotas hasta por Villa Unión (dis- tante 20 kilómetros del puerto), para llevárselas a Ella reveló que tuvo buenos juegos de recámara con Guadalajara. Los canosos ganosos, a veces contratan su marido anterior, Joe Dimaggio, el peloterazo de los a los taxistas mitoteros por el viaje entero hasta Jalisco, Yankees. Que si el sexo lo fuera todo en la vida, se hubie- con el fin de que el Señor Obispo de la Basílica, no les ra quedado a encanecer con él. Pero la rubia era más jale las orejas grandes que ni Salinas el ex-presidente.
completa que su bajo vientre, joya codiciada por hom- Pero el último caso de fuerza pastillera o de alimen- tación sinaloense, lo dio el dramaturgo Arthur Miller, Empero Arthur Miller, con 89 años a cuestas, vivió quien ya cumplió 89 años y se casó en estos días con con su Agnes Barley, de 34 años. A lo mejor, solo fue su Agnes Barley, de 34 primaveras. Puede haber sido para chofer y lo demás es cosecha de la fama del dramaturgo, presumir o para morirse con gusto a la hora de los movi-

Source: http://www.reneavilesfabila.com.mx/universodeelbuho/61/61murua.pdf